Estreno de «Aya de Yopougon», una película de animación sobre la riqueza de la vida cotidiana en Costa de Marfil

Con el estreno de la película de animación «Aya de Yopougon» las salas de cine en Francia estaban llenas la anoche 17 de julio. Incluso algunos teatros vendieron más entradas que los asientos vacíos y muchos tuvieron que regresarse a sus casas sin participar del gran viaje a la Costa de Marfil de los 70s.

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«La factura es trascendental, es un deber que tenemos con el espectador»: Conversación con Catalina Ortiz

Alzheimer. 2012
De la serie Depositos. Alzheimer. 2012.

Sobre todo por la precisión de sus elementos y su incógnita punzante, hace unos cuantos años en una exposición en Bogotá, por la 77 abajo de la 15, vi una obra que me sorprendió: Un par de marcos profundos, redondos, del tamaño de una cabeza, azules niño-niño (esa sutil mezcla de azul cielo con un blanco sucio por una pisca de negro) . Al interior de cada uno, en posiciones distintas, casi centradas, dos imágenes  de un viejo sillón desde perspectivas distintas en un formato redondo. Estas imágenes estaban protegidas con vidrios sobre los que había dos lentes de lupa más pequeños en posiciones asimétricas. Daba la sensación, viendo las dos piezas juntas, que eran lentes bifocales.

No puedo recordar si eran dibujos o fotografías. Abajo a la derecha el título, que no era precisamente “esto no es una silla”,  decía: “Así Era La Silla de Mi Papá” .  Era un indicativo incompleto que se iba transformando a medida que las preguntas en mi cabeza cambiaban frente a la obra. Había humor ahí, como también cierta nostalgia. Perdón, corrijo -y leyendo esta conversación con Catalina Ortiz entenderán por qué-, melancolía. Un rato después me di cuenta que otros asistentes se movían , acercándose y alejándose, de un objeto al otro buscando la diferencia de la misma silla. Nos decía algo incompleto para mostrar con imágenes todo. La obra colgada a la altura de la cabeza de los espectadores nos volvía voyeristas de la silla y lo mismo ocurre  hoy con el resto de las evolucionadas obras de Catalina.

Las obras de Ortiz son delicados eufemismos. Si hay quien entiende que la obra debe ser independiente de la historia del artista, Catalina , como muchos otros, rompe esta regla. Ella nos enfrenta a limpias imágenes e historias cotidianas. Hoy trabaja haciendo dibujos de personas y objetos ordinarios. Así es ella.

“- Catalina de la fotografía usted pasa al ensamblaje objetual, de ahí, al ensamblaje bidimensional y después llega al dibujo. ¿Por qué el dibujo? ¿Cómo ha sido este proceso?

– Antes de asumir mi vocación de artista fui por varios años productora de fotografía. Durante esos años aprendí que detrás de cada foto hay, por poco, varios días de planeación y estrategia. Cada fotografía es, en sí misma, una pequeña empresa. Por supuesto que existen las imágenes fortuitas, pero esas imágenes no son accidentes, son encuentros. Acepté ese trabajo como productora pensando que era la mejor forma de acercarme al mundo de la fotografía: quería ser fotógrafa. Durante seis años trabaje creando imágenes, construyéndolas, literalmente. Poco a poco fui perdiendo interés por la fotografía; y algo totalmente inesperado sucedió: me convertí en dibujante -sin siquiera tomar un grafito en la mano y garabatear sobre el papel-. Aprendí cosas  esenciales que ahora se que son elementos cruciales en el dibujo: la mirada del fotógrafo es igual a la mirada del dibujante. Aprendí a manejar la luz, la escala de grises, el espacio. La metodología es muy parecida. Dibujar es un «arte exacto», implica preparar el terreno, reunir los elementos, alistar los instrumentos, saber a ciencia cierta que decir y como expresarlo…Es una «producción».

El ensamblaje fue una resultante de la producción de fotografía, trabajaba diariamente manipulando objetos, componiendo imágenes construidas a partir de objetos, era previsible que mi regreso al arte se diera a partir de los objetos, transformando esos mismos objetos en elementos plásticos.

Luego me encontré con el collage, conocí el papel, su versatilidad y su particular condición, tan frágil, tan exigente. Continúa leyendo ««La factura es trascendental, es un deber que tenemos con el espectador»: Conversación con Catalina Ortiz»

«Me invento pretextos para pintar»: Conversación con Juana Anzellini

cabeceraJuana

Juana Anzellini es una mujer que cuando decidió dedicarse al arte tomó también implícitamente la decisión de desnudarse. Esto lo hace a través de las líneas de sus dibujos y las manchas controladas de sus pinturas. Ella es encantadora en las conversaciones que la mayoría de las veces se alargan agradablemente en todos los sentidos. Tiene un hambre feroz por la lectura y por explicar con la razón todo lo que la rodea, su piel es de las que se erizan frente a una pintura. Tiene una manía: anota todo lo que la toca y llena libretas que nunca la abandonan. Juana es una hedonista y que ha hecho de su trabajo uno de sus  objetos de placer. Su melena lisa la mayoría de las veces está amarrada y cubre una parte de su cara. Su trabajo esmerado, constante y joven, en su taller de Suba, la hacen parte de esos talentos que están construyendo un cambio de actitud que me atrevo a nombrar como la consolidación de una Nueva la Nueva Bogotaneidad.

Me permito repetir que por Nueva Bogotaneidad debe entenderse un movimiento de creación en varias disciplinas, que a partir de la persistencia en el trabajo, están problematizando la identidad urbana de Bogotá con la recolección o el reciclaje de referentes propios y extranjeros, viejos y actuales. Son personas que no necesariamente tienen un título que los caracteriza como artistas, músicos, actores, escritores y no merecen por su edad ser conocidos, sino por sus propuestas jóvenes, pues algunos apenas superan los largos veinte años. La juventud está en su trabajo estético.

En las obras de Juana se refleja la mirada inquisidora de sus particulares ojos azules. Sus dibujos son sutiles y contundentes pero es en la pintura donde se ve un erotismo y cierta violencia frente a su objeto representado.  Cuidadosa con el color, trabaja series que hacen reflexionar al espectador sobre la manera distorsionada en que miramos y hay trampas visuales que le permiten un espacio de silencio para la duda y la reflexión. En sus últimos trabajos hay un llamado desde la pintura a los otros sentidos y pronto llegará el momento en cual Anzellini no sólo muestre su piel sino que se entregue a una mayor libertad en su carrera hoy ya prometedora. Elsobretodo comparte aquí una rica conversación con ella.

JuanaDibujos

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©Jorge Cavelier 2009. Oil on linen. 48x62inch. 121.9x157.5cms.

Dominar el mundo en el lienzo: Conversación con Jorge Cavelier

©Jorge Cavelier 2009. Oil on linen. 48x62inch. 121.9x157.5cms. $14.880
©Jorge Cavelier 2009. Oil on linen. 48x62inch. 121.9×157.5cms.

La pintura para algunos se vuelve una compulsión. Una vez acceden a ella no encuentran la puerta de salida. Ese es el caso de Jorge Cavelier. Un señor espigado, con los ojos casi cerrados que hace honor con su nariz a sus antepasados. El entró gracias al agua colorada que lo abrazó en la infancia cuando un pintor amigo de su familia lo dejó observar cómo el pincel iba paulatinamente representando la Sabana de Bogotá. Este encuentro con la acuarela sumergió su vida de artista principalmente en la pintura. Es pintor desde hace más de 30 años y sus obras invitan al espectador a quedarse en ellas. La contemplación del paisaje de Jorge lo obliga a pasar horas enteras frente a nebulosas manchas que van generando una profundidad qué sólo él puede captar. Sus paisajes imaginarios evocan la naturaleza que llama a los sentimientos y a las emociones. Víctima de la tragedia de nuestro país ahora vive en el «Gigante del Norte» y  sigue con sus recuerdos construyendo horizontes.  Continúa leyendo «Dominar el mundo en el lienzo: Conversación con Jorge Cavelier»

Juegos con luz para celebrar el día de las velitas

Este mítico día de nuestras infancias marcaba el inicio de la Navidad con la luz. Hoy en la práctica su significado religioso es difuso. Creo que lo que sigue entusiasmando a los más chiquitos y a algunos grandes a salir a la calle es jugar con la luz.  Se pasan horas inventando técnicas y teorías sobre cómo hacer para que no se caigan las velas: quemando las velas por los dos lados, dejarla gotear tres veces, hacer un charco de cera, poner un plato, ponerlas en filas, todas en grupo… Una vez estables, el reto es mantenerlas prendidas. Es también el día en que los niños desafían una de las principales reglas de la experiencia y ejercen públicamente la desobediencia. – ¿Cuántas veces no nos quemamos haciendo bolas de cera? Y ¿Dónde queda la orden que con el fuego no se juega?-

Y bueno, en las épocas decembrinas también hay muchas teorías meteorológicas sobre los días de fiesta y celebración: Que el veinticuatro siempre llueve, que el veintiocho nunca se esconde el mono, que el treintaiuno llueve pero escampa. La noche del siete no es la excepción y la mayoría de las veces siempre está el chiflón. Es una tradición pintoresca que lamentablemente se está perdiendo. La admiración a la luz y su gozo alrededor de ella merecen por lo menos un día. Elsobretodo comparte con ustedes en este día unos ejemplos de juegos de luz supremamente creativos que no precisamente van acompañados de villancicos. ¡Véanlos, hay para todos los gustos y presupuestos!

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Caminata a la Ciudad Perdida: una aventura fascinante

Elsobretodo agradece a off2colombia.com por mostrar lo extraordinario de Colombia y por confiar en este espacio para la publicación de este contenido.

Desde los Himalayas hasta  la selva brasilera, durante mi vida he realizado una buena cantidad de caminatas y hay muy pocos lugares que me han dejado el sentimiento de asombro que experimenté cuando visité La Ciudad Perdida de los Tayronas en Colombia.

No es como descubrir las ruinas de Machu Picchu en Perú, no es tan duro como adentrarse en la selva amazónica y no es tan retador como ascender en las montañas de los Andes. Entonces, ¿por qué alguien debería ir allí? Porque una caminata de cinco o seis días a la Ciudad Perdida es una mezcla de todas las anteriores, más otros atractivos únicos que solo se encuentran en medio de las pendientes de la Sierra Nevada de Santa Marta.

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Un desfile de sirenas

La ciudad de Nueva York no es muy reconocida por sus playas,ni tendría por qué serlo, pero sí es alabada popularmente como la Capital del mundo y hasta se dice que lo que aquí no se encuentra es sólo porque no existe. Gran dilema: Hace varias semanas la calle que corre frente a la playa de Coney Island se llenó de sirenas. Sí, de sirenas; de criaturas mitad pez mitad mujer, con el pelo a la cintura y pudorosas conchas usadas como brassier. Y, claro, había también piratas con un parche en el ojo y monedas en los bolsillos caminando entre el desfile de sirenas. Tendré que explicarme un poco más pues resulta confuso para quien no lo haya visto: las sirenas, aunque sirenas, caminaban porque su cola de pez era parte del disfraz, así como las algas enredadas en el pelo y por los brazos, así como las conchas de increíbles tamaños en las que algunas se pavoneaban imitando a una venus renacentista o a una garota en pleno carnaval. Por lo demás, el sol nos picaba a todos en la cara, los bañistas en la playa poco sabían (o poco se interesaron) del anual desfile de marinos seres fantásticos, cada turista tenía una cámara en la mano, los vestidos de baño tenían en general menos tela de la necesaria y el espacio para poder moverse y apreciar el desfile cada vez era menor, sin hablar de la sombra, a esas horas ya inexistente. Continúa leyendo «Un desfile de sirenas»

Presidente Santos tiene la oportunidad de hacer «Jaque» en la 67 Asamblea General de las Naciones Unidas

Hoy a las 3pm en Nueva York, el presidente Juan Manuel Santos se dirigirá al mundo en la 67 Asamblea General de las Naciones Unidas. Se rumora que hará un pedido mundial para repensar, evaluar y buscar nuevas alternativas contra el tráfico de drogas en el mundo.

Hace un mes aproximadamente, el Presidente y el Jefe de las FARC anunciaron públicamente el inicio del diálogo de paz. Dentro de los puntos de negociación  mencionados esta el del problema de las drogas.

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Las marionetas clásicas de Bogotá

Domingo cualquiera en Bogotá, una cuadra abajo de la Avenida Caracas con calle sesenta y una A. Rodeado de moteles, prostíbulos, tiendas de utensilios y consultorios bucales, y con unas cuantas putas viejas en las esquinas, tuve un encuentro íntimo con recuerdos fantásticos de mi infancia.

Tras esta placa mortuoria sobrevive, como suspendido por un solo hilo roído, el Teatro de Marionetas de Jaime Manzur. Patrimonio viviente de mi humanidad. El frío capitalino de la mañana aún se sentía antes de la función. Llegaron las mamás con dos o tres niños saltando por esa particular calle destruida, y esperaron un buen rato frente a la puerta metálica  con timbre alto y roído. Continúa leyendo «Las marionetas clásicas de Bogotá»

Respuestas repugnantes de la Policía de Bogotá sobre los D.D.H.H

Después de ser víctima en las calles del centro Bogotá de un intento de robo por un habitante de la calle que vestía una chaqueta azul cielo, y de conocer que fue el mismo que atracó a una compañera el día antes en el mismo sitio, quise cumplir con la obligación de denunciar y busqué a la policía del cuadrante de la zona. Esta fue la conversación que sostuve con los patrulleros:


YO:
   ¿Cómo así que vemos a ver que le hacemos?Policía 1:   No eso coja nuestro teléfono y apenas lo vea nos lo reporta y nosotros por lomenos lo llevamos a la UPJ y vemos a ver que le hacemos.

Policía 2:       Si, para eso existen los Derechos Humanos. (Carcajadas) Continúa leyendo «Respuestas repugnantes de la Policía de Bogotá sobre los D.D.H.H»